miércoles, 24 de noviembre de 2010

La decisión del gobierno panameño de otorgar asilo a la ex directora del DAS ha generado revuelo en el país y descontento en el gobierno del presidente Santos. Inclusive, la canciller mostró su molestia por que Colombia no había sido notificada de la decisión que se iba a tomar en Ciudad de Panamá. ¿Qué implicaciones trae esto en el proceso que se llevar por las interceptaciones ilegales? ¿Mas funcionarios intentarán usar el mismo mecanismo para evadir la justicia? ¿Es verdad que el ex presidente Álvaro Uribe fue quien le aconsejó a María del Pilar Hurtado asilarse en el país del Istmo?

Para empezar, es claro que Panamá no tenía la obligación de consultar a Colombia sobre la decisión que finalmente tomó (así como Colombia no ha tenido que hacerlo con ningún otro país en ocasiones anteriores). El asilo político es una figura que cada gobierno es autónomo de otorgar o no, basado en los hecho o razones que exponga el solicitante, sin tener que preguntar o informar al país de origen del beneficiario. Nuestra constitución lo consagra en el artículo 36 y ha sido concedido por ejemplo, a Lucio Gutiérrez (ex presidente de Ecuador) y Pedro Carmona (quien sustituyo a Chávez en el fallido golpe de estado en su contra). Por lo que el “malestar” demostrado por la canciller fue innecesario e inútil, pues declaraciones como esas ni modifican los hechos ni enriquecen la colaboración entre las dos naciones.

Como sea, no deja de ser preocupante que se esté utilizando una figura que, en teoría, sólo debería ser concedida para aquellas personas que son perseguidas por delitos políticos, para evadir responsabilidades en delitos que son de otra índole. Con este precedente, no es de descartar que otras personas intenten hacer lo mismo, tal vez en Panamá o en otros países. Evitar que se hagan solicitudes no es posible, pero intentar persuadir a gobiernos amigos para que las nieguen si se puede hacer. Y es ahí donde una verdadera diplomacia debe actuar (no por micrófonos ante medios, dando la sensación de que se tiene que hacer lo que Colombia dice o nos molestamos). Porque una vez un país argumenta que su decisión fue tomada “soberanamente”, es muy difícil que la modifique por presión de otro estado.

Si se tiene por cierto lo que escribió Daniel Coronel en su columna de Semana, el ex presidente Álvaro Uribe Vélez sería la persona que le aconsejó a María del Pilar Hurtado salir del país. Además, también se estaría planeando el asilo de otras personas “…así como Bernardo Moreno había contado con el apoyo del Partido Popular, de José María Aznar, y de varias organizaciones de la derecha ibérica para explorar esa posibilidad en España” (la del asilo). No es descabellado pensar en que eso sea cierto, de hecho, es lo más sensato: con ocho años en el gobierno se hacen muchas amistades, muchas poderosas amistades.

Este episodio, que aún no tiene fin, pero que si ha hecho pensar mucho en cómo seguirán las investigaciones por las “chuzadas” del DAS, debe dejar de lección a la fiscalía que la verdad debe ser hallada de manera ágil, las ordenes de captura deben ser expedidas con prontitud sobre las personas que tuvieron alguna relación en las interceptaciones ilegales, por lo que se requiere mayor efectividad en las investigaciones. Por demora en los entes de investigación no se debería poder eximir una persona de sus responsabilidades penales, y, mucho menos, provocar impunidad.

Lo único que esperamos los colombianos es justicia. Amanecerá y veremos.

1 comentarios:

Manuel Simple dijo...

Muy buen artículo, la redacción es impecable, me quedo con:

Lo único que esperamos los colombianos es justicia. Amanecerá y veremos.

Felicidades y gracias.