viernes, 7 de diciembre de 2007

El presidente, en un claro gesto de voluntad política, ha hecho un gran anuncio a favor del regreso de los secuestrados, se ve cerca el Acuerdo Humanitario.

La zona de encuentro que propone Uribe es muy diferente al despeje que piden las FARC. No se quita un inamovible ni se le da ninguna ventaja militar a la guerrilla. No se ha cedido al chantaje absurdo y terco que hace ese grupo guerrillero. Es una propuesta justa, equilibrada, que busca lograr el intercambio humanitario sin permitir a las FARC lograr los oscuros objetivos que traería el despeje que exigen. La zona de encuentro es la que realmente lograría el Acuerdo Humanitario.

150 km, por 30 días, sin presencia de la Fuerza Pública pero tampoco de milicianos de las FARC, y con presencia de delegados internacionales, son los principales puntos de la zona de encuentro. A simple vista se ve la diferencia entre la propuesta de las FARC y la propuesta del gobierno. Porque para lograr el Acuerdo Humanitario no se necesita un lugar donde la guerrilla esté armada, porque se supone que es un gesto humanitario y no militar. No es necesario que la guerrilla se tome militarmente a Pradera y Florida para acabar con el problema de los secuestrados.

Esta zona de encuentro ya la habían propuesto los países europeos, el gobierno la había aceptado, pero la guerrilla ("como cosa rara"), no. En esta ocasión, si las FARC realmente quieren un gesto humanitario, deberían estar de acuerdo con la zona neutral que se propone. Sin embargo, si lo que busca la guerrilla es aprovechar el dolor de que produce en el país y en el mundo el secuestro para motivos políticos, para presionar al gobierno, o fortalecer su imagen internacional, inventarán cualquier excusa para no concretar el Acuerdo Humanitario.

El presidente ha demostrado que quiere el intercambio humanitario, los hechos demuestran que no es necesario otro Caguán, las FARC no tienen argumentos validos para no liberar a los secuestrados.

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